jueves, 10 de diciembre de 2009

Conservación e integridad de la Biblia

Se llama Biblia al conjunto de escritos que en el judaísmo y el cristianismo se consideran de un valor religioso superior. La palabra Biblia se deriva del griego biblíon, “librito”. La Biblia es, pues, una pequeña biblioteca. La Biblia que los cristianos reconocen se componen de dos grandes secciones. Llamadas respectivamente Antiguo y Nuevo Testamento. La Biblia que los judíos reconocen es el Antiguo Testamento.

La Biblia ha sido escrita de manera que el lector de hoy pueda entender lo mismo que entendían los que leían o que oían leer los escritos los escritos bíblicos en la lengua y época en que se escribieron. Para ello se usa un lenguaje sencillo, fácil de ser entendido por la generalidad de los lectores actuales en Hispanoamérica.

Las lenguas en que se escribió la Biblia tenían, como todas las lenguas, formas propias y a veces peculiares de expresarse. Cuando estas se traducen al pie de la letra, con frecuencia se oscurece y hasta se pierde el significado de los escritos en sus lenguas originales. Por lo tanto, a veces ha sido necesario usar otras formas de expresión con tal de conservar con toda fidelidad el significado. Además, el trabajo de traducción se ha hecho, a la vez que encomendándose a la dirección divina, a la luz de los mejores conocimientos que hoy se tienen sobre los escritos bíblicos originales. Y por todo ello, las versiones o traducciones pueden resultar, en su manera de traducir, diferentes.

Diversos autores escribieron los libros de la Biblia en el curso de más de mil años. Al hacerlo aprovecharon tradiciones orales y escritas que tuvieron a su alcance. La Biblia contiene poesía, en forma de poemas, himnos y cantos varios, así como declaraciones proféticas. También hay en ella narraciones de sucesos históricos y relatos que sirven de comparación o ejemplo, llamados parábolas. Hay igualmente conjunto de leyes para la vida pública y privada, y especialmente para el culto, y para la instrucción moral i religiosa. Contiene también dichos sabios, proverbios y consejos prácticos. En el Nuevo Testamento hallamos, además, cartas escritas a congregaciones (iglesias), grupos e individuos.

Aun considerada simplemente como joya de la literatura universal, la Biblia es un libro incomparable. Pero para judíos y cristianos es muchísimo mas: por su inspiración divina y por la suprema importancia de su tema central, es un libo único, el Libro por excelencia. Lo mismo judíos que cristianos, en el transcurso de los siglos, han escuchado en ella la vos de dios, que les habla directamente, en su propia época y situación particular. Su mensaje ha demostrado un poder no igualado para cambiar la vida humana, así individual como social. Por eso cuantos han experimentado ese poder transformador y dan de el su testimonio al mundo, se refieren a la Biblia como la palabra de dios.

¿Cómo apareció la Biblia?

La Biblia no apareció de golpe y completa como aparecen los libros que actualmente se editan. La Biblia es el fruto prolongado de escritores y compiladores a lo largo de 1.300 años.

Muchos libros de la Biblia se transmitieron por la tradición oral, de generación en generación, antes de fijarse por escrito.

Algunos relatos y colecciones andaban sueltos, pero Dios preservó del error lo mismo las tradiciones orales primitivas, como los relatos sueltos y colecciones de leyes, hasta que movió a los escritores sagrados a ponerlas por escrito y ordenadamente, como las tenemos en la actualidad.
Un libro exacto sin contradicciones

La biblia fue escrita durante un periodo de mil seiscientos años por hombres de diferentes épocas, condiciones sociales y profesiones: desde agricultores, pescadores y pastores, hasta profetas, jueces y reyes.
Asimismo, el escritor de uno de los evangelios, Lucas, era medico. Pero a pesar de los distintos orígenes de estos hombres, la biblia enseña las mismas ideas desde la primera página hasta la última, y no se contradice. El primer libro de la biblia relata como empezaron los problemas de la humanidad, mientras que le último muestra que toda la Tierra se convertirá en un paraíso o jardín (°). Las páginas de la biblia abarcan miles de años de historia, y su contenido siempre tiene que ver de algún modo con el cumplimiento del propósito de Dios. Esta unidad de ideas es impresionante, como ese espera de un libro proveniente de Dios.

La biblia es exacta y confiable cuando aporta datos históricos. Sus relatos son específicos, y no solo indican los nombres de los personajes, sino también los de sus antepasados (Lucas 3:23-38, antepasados de Jesús). A diferencia de muchos historiadores, que a menudo no mencionan las derrotas de sus pueblos, los escritores de la biblia fueron tan honrados que hasta pusieron por escrito sus propias faltas y las de su nación. Por ejemplo Moisés confeso en el libro bíblico de Números un grave error por el que fue censurado con severidad (Números 20:2-12). Esta honradez es muy poco frecuente en otras obras históricas, pero la hallamos en la biblia por una razón: porque es un libro que proviene de Dios.
Los padres apostólicos

A principios del siglo II de nuestra era, ciertas enseñanzas falsas comenzaron a enturbiar las aguas puras del cristianismo verdadero. Tal como se había predicho por inspiración divina, tras la muerte de los apóstoles, algunos se apartaron de la verdad y prefirieron creer en “mitos” (2timoteo 4:3,4). Alrededor del año 98, Juan –el único apóstol que quedaba vivo- advirtió a los cristianos fieles contra los que “trata [ban] de extraviarlos” con creencias falsas (1 Juan 2:26; 4:1,6).

Poco después aparecieron en escena quienes llegaron a conocerse como los Padres Apostólicos.

¿Quiénes eran?
Se llaman padres apostólicos a los escritores que supuestamente fueron instruidos por alguno de los apóstoles o discípulos de estos. Vivieron entre finales del siglo I y mediados del siglo II. Algunos de ellos fueron Clemente de Roma, Ignacio de Antioquia, Papías de Hierápolis Y Policarpo de Esmirna.

Estos sostenían la creencias verdaderas e intactas pero poco a poco surgieron unos ligeros cambios como pasar el vino antes del pan (Mateo26:26,27) o la autorización que se derramara agua sobre la cabeza del niño en ausencia de un lugar donde se pudiera sumergir la persona para bautizarla.

Algunos Padres Apostólicos reconocían como inspiradas por Dios ciertas obras que no formaban parte del canon bíblico, por ejemplo, Clemente de Roma cito de los libros apócrifos de Sabiduría y Judit. Y en su epístola a los Filipenses, el propio Policarpo dio crédito las palabras del libro de Tobías de que las limosnas pueden salvar de la muerte.
Libros apócrifos

El término “apócrifo” se utiliza especialmente con referencia a libros o autores sagrados que no se incluyen dentro del canon de la
Biblia, es decir, dentro de los 66 libros aceptados comúnmente por católicos y protestantes, respectivamente (desde Génesis a Apocalipsis o Revelación).

Evangelio apócrifo o extracanónico es el nombre dado a escritos surgidos en los primeros siglos del
cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que no fueron aceptados por la ortodoxia católica, entre los que se encuentran los textos de Nag Hammadi.
Las razones por las que no se incluye los textos apócrifos*

a) No formaron parte nunca del canon judío. Pablo afirma que los judíos fueron los depositarios de la Revelación (Romanos 3:2) y el suyo es, por tanto, el canon válido. No existe ni un solo ejemplar del Antiguo Testamento editado en hebreo que contenga los apócrifos.

b) los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el N.T. según reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (católico), artículo: Canon del A.T., p. 269. Téngase en cuenta que el N.T. cita 280 veces al A.T. y casi siempre de la versión griega de los Setenta que contenía los apócrifos.

c) Josefo, el gran historiador judío, testifica que los apócrifos no se hallaban en el canon judío.

d) Filón, el gran filósofo judío de Alejandría y la comunidad judía alejandrina de habla griega (que solía usar la versión de los Setenta) no consideraron, ni usaron jamás, los apócrifos como Sagrada Escritura.

e) No encontramos los apócrifos en ningún catálogo de libros canónicos reconocidos por la Iglesia en sus primeros cuatro siglos de existencia.

f) Los más ilustres Padres de la Iglesia rechazaron categóricamente los apócrifos: Melitón, Atanasio, Jerónimo, Cirilo, Rufino.

g) La versión de los Setenta fue una edición compuesta por motivos culturales, no religiosos. Tolomeo II Filadelfo quería reunir en la famosa biblioteca de Alejandría la sabiduría de todo el mundo antiguo y mandó ordenar la traducción al griego de todos los libros existentes en hebreo o escritos por los hebreos, de modo que pudiera disponer de todo el acervo cultural judío. Fue traducido todo este material por judíos alejandrinos alrededor del año 280 a.C.

h) Los mismos libros apócrifos delatan no ser de inspiración divina. Por ejemplo, los libros de los Macabeos que tienen un cierto e indudable interés (y aun en ocasiones un evidente valor histórico) renuncian a toda pretensión de inspiración (2 Macabeos 15:39).

i) los apócrifos enseñan doctrinas contrarias a otras enseñanzas bíblicas (Sabiduría 10: 1-4 compárese con Génesis 6:5-7); dejan sentir la influencia pagana sobre sus autores, pues toleran la salvación por obras, los encantamientos mágicos, las oraciones por los muertos, etc.

j) Casi todos estos apócrifos fueron escritos mucho después de que se hubiera cerrado el tiempo del canon del A.T., que duró hasta Malaquías. Sus autores no pueden ser profetas, ni tener el oficio profético, ni ser, por tanto, inspirados. 1 Macabeos 3:46-49 demuestra que Israel, después de Malaquías, se regía por el «Libro de la ley», y en 1 Macabeos 9:27 se confiesa paladinamente que Israel vivía en una época «desde el tiempo en que no había entre ellos profetas».

k) Las Iglesias Evangélicas, al rechazar la apócrifa, siguen fieles a la norma que rigió la historia de Israel y la Iglesia Primitiva.

Al leer los libros apócrifos, o deuterocanónicos, se puede concluir que no son inspirados. Por ejemplo, en 2 Macabeos 14: 42, se alaba el suicidio. En Tobías 6:16, las brujerías. Y en el libro de Judit 1:1 se nos dice que reinó Nabucodonosor en Nínive. Pero ¿cómo es posible esto si la capital del reino era Babilonia? ¿Cómo es lógico creer que Nabucodonosor reinara en Nínive, si había sido destruida antes que Nabucodonosor principiara su reino?

La parte final del libro de los Macabeos termina diciendo: "Daré fin a mi narración. Si está bien y como conviene a la narración histórica, eso quisiera yo: pero si es imperfecta y mediocre perdóneseme". (2Macabeos 15:39).

Dice al respecto Fernández S.: "Y ante ésta confesión nos preguntamos nosotros: ¿Es tal lenguaje o declaración propio de un profeta o de un hombre que habla inspirado por Dios? De ninguna manera! El hombre que escribe bajo la inspiración divina no puede ni siquiera suponer que su Escritura sea imperfecta y mediocre".
"En el Nuevo Testamento nunca son citados los apócrifos. No hay una sola cita directa de ellos por nombre. y en cambio hay 280 citas de los otros libros..."

Y en Tobías 12:9 leemos: "Pues la limosna libra de la muerte y limpia de todo pecado." Esto no armoniza con la enseñanza que encontramos en 1 de Juan 1:7. Donde se afirma que "LA SANGRE DE JESUCRISTO NOS LIMPIA DE TODO PECADO". También Hebreos 9:22: "Sin derramamiento de sangre no se hace remisión."

Nota curiosa:
Uno de los manuscritos más antiguos del antiguo testamento, y según la opinión de muchos eruditos uno de los más valiosos, es el CÓDICE VATICANO o Código Vaticano, escrito probablemente en Egipto a mediados del siglo IV. Este manuscrito, que se guarda en la Biblioteca Vaticana (como mínimo desde 1481), es de extraordinaria perfección, escrito en caracteres unciales y por una sola mano. Tiene una altura y anchura de 27 cm. y cuenta con 759 hojas, de ellas 617 para el Antiguo Testamento y 142 para el Nuevo.
¿Se ha perdido algún libro inspirado?

Por el testimonio de la misma Sagrada Escritura conocemos algunos escritos provenientes de algún profeta o apóstol que no han llegado hasta nosotros. En el Antiguo Testamento se habla repetidas veces del “libro del Justo” (cf. Jos 10,13; 2 Sam 1,18), del “libro de Samuel, vidente”, de las “crónicas de Natán, profeta, y de las de Gad, vidente” (cf. 1 Crón 29,29), de las “profecías de Ido, vidente” y de “los libros de Semeyas, profeta” (2 Crón 9,29; 12,15). El Nuevo Testamento también habla de una epístola de San Pablo a los Corintios (cf. 1 Cor 5,9) que parece haberse perdido, y de otra a los Laodicenses (cf. Col 4,16). Si consideramos estos escritos como inspirados, tendríamos que admitir que se han perdido de hecho libros inspirados. Pero para conocer su inspiración habría que poseer el testimonio de la Iglesia, que es el único criterio suficiente para saberlo. El Magisterio de la Iglesia, sin embargo, no ha dicho absolutamente nada sobre la inspiración de dichos libros. Y como el criterio del profeta o del apostolado no es suficiente para conocer la inspiración o la canonicidad de un determinado libro, de ahí que no estemos en grado de afirmar que se han perdido de hecho algunos libros inspirados.

No obstante las objeciones de algunos críticos, existen pruebas que avalan la afirmación de que gran parte de la biblia se ha conservado sin cambios importantes hasta nuestros días. Quienes no están de acuerdo con estas afirmaciones apelan a circunstancias tales como traducciones de un idioma a otro, copiado de manuscritos, opiniones divergentes en dogmas y/o destrucción deliberada, la Biblia no ha llegado como un volumen completo. Hallazgos tales como los manuscritos del Mar Muerto han mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del Siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí, y los conocidos hasta entonces, parecen presentar cambios menores.

Ha habido otros textos relevantes relacionados con la Biblia "original", los escritos apócrifos hallados en Egipto (Nag Hamadi), Palestina (Qumrán, en el Mar Muerto), e incluso en países muy lejanos hacia el Sur y el Oriente. Estos han supuesto una nueva interrogante acerca de si ya estaría completo el canon bíblico, o habría que revisarlo de forma detallada.

Los defensores de la idea de que las escrituras bíblicas son fieles y están completas, se basan en la cantidad de copias idénticas que, desde tiempos remotos, se ha realizado de las mismas. Los copistas hebreos de las Escrituras fueron muy instruidos, los masoretas, que copiaron las Escrituras Hebreas entre los siglos VI y X solían contar las letras para evitar errores. El erudito en la materia W.H. Green dice sobre las comparaciones entre textos antiguos y modernos lo siguiente:

Se puede decir sin temor a equivocarse que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud.
¿Hay algún otro libro que complemente la biblia?

El Libro de Mormón es uno de cuatro libros sagrados aceptados por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y otras ramas. El libro mismo dice ser una traducción de los escritos de hombres santos de la antigua América escrito en una manera similar a la Biblia. Toma su nombre de uno de los últimos profetas que, de acuerdo al libro, escribieron en él, Mormón, quien alrededor del 390 A. D. habría resumido en un compendio varios escritos y archivos dando alcance a 2500 años de historia.

¿Es el libro de mormón otra parte más de la biblia?

La biblia y sus relatos son sostenidos mas claramente por los vestigios arqueológicos que dan a conocer que los relatos que esta cuenta han sucedido tal y como dice, mencionando el lugar, hechos, gobernantes, etc.
En cambio el libro de mormon carece de lo siguiente:

1. Ninguna de las ciudades que se citan ha sido encontrada.
2. Ninguno de los nombres a los que hace referencia ha sido encontrado en las inscripciones del Nuevo Mundo.
3. No se ha encontrado ninguna inscripción egipcia genuina o alguna cosa similar se ha encontrado en América, la cual pudiera corresponderse con los caracteres de ´´egipcio reformado ‘de Joseph Smith.
4. No se han encontrado copias antiguas del Libro del Mormón.
5. No se ha encontrado ninguna mención a las personas que se citan, naciones o lugares que menciona el libro.
6. No hay evidencia alguna que respalde la creencia de que hubiesen antiguos habitantes con creencias hebreas o cristianas.
7. Existe un gran número de inexactitudes y anacronismos (se refiere a algo que no se corresponde, o parece no corresponderse con la época a la que se hace referencia.) históricos en las escrituras mormonas.

Los estudiosos mormones responden que las pruebas de estas civilizaciones ya se han hallado y que lo que ocurre es que la principal corriente de la comunidad de arqueólogos no desea aceptarlas. Los investigadores SUD señalan la existencia de patrones de asentamientos que parecen corresponderse con los que indica el Libro de Mormón, tanto en el lugar como en el tiempo.

Los cristianos deben de darse cuenta de las falacias (es un razonamiento aparentemente "lógico”) de la visión de Smith sobre la Biblia. En primer lugar, no hay ninguna indicación de una iglesia falsa a la cual los mormones se refieren. El cristianismo genuino nunca fue eliminado de la tierra. Segundo, el argumento que los textos Hebreos y Griegos fueron corrompidos, varios siglos después de Cristo, es inválido. La evidencia textual tanto para El Viejo como para El Nuevo Testamento ha sido verificada por eruditos de numerosas fuentes antiguas. Algunos textos del Antiguo Testamento, encontrados recientemente, realmente datan a unos siglos antes de Cristo. Los estudios textuales confirman la exactitud de los actuales textos Griegos y Hebreos estándares de la Biblia.

Los mormones dicen que el Libro de Mormón fue escrito por antiguos Americanos que recibieron inspiración divina, y después el Libro sería traducido por José Smith Jr. De modo que los cristianos o otros puedan aceptar estas afirmaciones, los mormones deben de demostrar que su versión del Libro de Mormón, su origen e historia, es históricamente exacta. El peso de la prueba descansa en dos puntos. Primero, ¿pueden los mormones mostrar pruebas suficientes, aparte del Libro de Mormón en sí mismo, para confirmar su registro histórico? Segundo, ¿pueden los mormones establecer, más allá de dudas razonables, que lo que cuenta Smith del descubrimiento y la traducción del Libro de Mormón es verdadero? Una mirada más cercana a las evidencias objetivas no confirma las aseveraciones (afirmación de alguna cosa) de la LDS.

El egipcio reformado no es valido

Los críticos claman que:

Ni judíos ni Israelitas (como los Nephitas) hubieran usado el lenguaje de su periodo como esclavos — el egipcio — para escribir documentos sagrados.

No hay evidencia en egiptología de algo llamado "Egipcio Reformado," y por tanto la alegación que tiene el Libro de Mormón de haber sido traducido de tal lengua queda en la sospecha/ es sospechosa.

También, los eruditos han demostrado el posible uso de Smith de otros trabajos sobre los cuales él podría haber basado la historia de El Libro de Mormón. Por ejemplo, Smith probablemente tenía acceso a varios libros escritos a principios de los años 1800 conteniendo guiones ficticios con escenarios similares a los de El Libro de Mormón. (Biblia Versión King James)

Obviamente, el Libro de mormón no enseña un cristianismo ortodoxo; pero lo que es más interesante es que no enseña el mormonismo tampoco. La Mayor parte de doctrinas de la LDS no provienen del Libro de Mormón. Las enseñanzas de la LDS acerca del carácter divino, la progresión eterna, la exaltación o ser hecho dios, el Matrimonio Celestial, el Bautismo para los Muertos, "una Madre Dios", la poligamia, y una pluralidad de dioses no se encuentran en el Libro de Mormón. De hecho, el Libro de Mormón en muchos casos contradice aquellos doctrinas estándares de la LDS.

La Biblia ha resistido los ataques de escépticos durante siglos. Los cristianos permanecen confiados de que esta es la confiable Palabra inspirada por Dios. La investigación histórica, la arqueológica, y los estudios textuales han confirmado su veracidad. El Libro de Mormón, a la inversa, carece de un pobre apoyo de sus contenidos históricos y teológicos. Los cristianos respetamos el estilo de vida de los mormones y reafirmamos su derecho de creer y propagar su fe. Sin embargo, nosotros no podemos reconocer el Libro de Mormón como "otro testamento de Jesucristo" o aceptar el mormonismo como cristianismo autentico.
El canon regidor de la biblia, para su fiel conservación

El canon bíblico es el conjunto de libros que la tradición judeocristiana considera divinamente inspirados y que por lo tanto constituyen la Biblia. El canon bíblico cristiano está constituido por los cánones del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.

La palabra canon que proviene del griego “kanón”, significaba primitivamente una caña recta que servía para medir, una regla, un modelo. El término griego “kanón” es afín a los vocablos “káne”, “kánne”, “kánna” = caña, que probablemente proceden de las lenguas semíticas, en las que hallamos la misma raíz. Así tenemos en hebreo “qaneh” = “vara para medir”, en asirio “kanú”, en sumerio-acádico “qin”. Por consiguiente, la voz “kanón” transcrita al latín bajo la forma de canon designaba en sentido propio una vara recta de madera, una regla que era empleada por los carpinteros. En sentido metafórico indicaba cierta medida, ley o norma de obrar, de hablar y de proceder.

«Si la Biblia es el portador único de la autoridad del Dios Creador único y de Jesucristo, el Salvador único del mundo, ello supone que no puede surgir, ni en la Iglesia ni fuera de ella, otra fuente de autoridad que pretenda suplantar su lugar. La autoridad de la Biblia radica en Dios, el único que tiene derecho soberano sobre el universo entero»

(Andrés Kirk)
Omisiones de la traducción del nuevo mundo

Versículos Faltantes

Se ha dicho que la Traducción de Nuevo Mundo está incompleta o mutilada porque tiene algunos versículos menos que otras ediciones, esto se debe a que se ha tomado como base el texto crítico (también llamado texto científico) de Westcott y Hort.

El texto de Westcott y Hort al hacer un análisis comparativo de los distintos manuscritos disponibles, y discriminarlos según antigüedad, clasificó algunos versículos como no originales, o repeticiones posteriores no necesarias (los cuales si aparecen en el llamado Textus Receptus), y esto se refleja en todas las traducciones hechas a partir de este texto maestro, la Traducción del Nuevo Mundo, edición regular (TNM) se limita a dejar el vacío en aquellos pasajes. Ejemplo de ellos son: Marcos 9:44,46; 11:26; Hechos 28:29; en estos casos aparece el número del versículo seguido de un guión ( - ). En 1 Juan 5:7 sólo dice: "Porque hay tres que dan testimonio:", omitiendo lo que se considera una añadidura posterior de indole trinitaria. En la Versión de la Traducción del Nuevo Mundo con Referencias, se explica (tanto en una nota a pie de página como en un apéndice) que el pasaje es una añadidura que no sale en los manuscritos más antiguos.

Ejemplo de otra traducción basada en los mismos manuscritos y con los mismos versículos faltantes es la evangélica Nueva Versión Internacional editada por la Sociedad Bíblica Internacional.

Vos o Vosotros cambiado por usted,ustedes o Tú
Gracia cambiada a bondad inmerecida
Calcañar cambiado a talón
Anatema cambiado a Maldito
Concupiscencia cambiada por deseo

Esos versículos, que se hallan en algunas traducciones, no aparecen en los manuscritos bíblicos más antiguos que hay disponibles. Una comparación con otras traducciones modernas, tales como la biblia de Jerusalén, católica, muestra que traductores también han reconocido que los versículos en cuestión no son parte de la biblia. En algunos casos fueron tomados de otra parte de la biblia y añadidos al texto que copiaba algún escriba.

Lo que se debe de tomar en cuenta para un verdadero razonamiento, es buscar en las santas escrituras, ya que es ahí en donde yace la verdad absoluta, no olvidando pedir por guía divina, para llegar a conocer la verdad.
No obstante las objeciones teológicas, la Biblia no ha sido conservada íntegra al pasar de los siglos. Dados factores como traducciones de un idioma a otro, copiado de manuscritos, opiniones divergentes en dogmas y/o destrucción deliberada, la Biblia no ha llegado como un volumen completo. El hallazgo de los manuscritos del Mar Muerto ha mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí y los conocidos hasta entonces sólo presentan cambios menores.

Ha habido otros textos relevantes relacionados con la Biblia "original", como El Libro de Mormón, los libros apócrifos hallados en Egipto e incluso en China. Éstos han supuesto una nueva interrogante acerca de si está completo el canon bíblico.

Por ahora, muchas religiones han optado por decir que la Biblia conocida está terminada, aunque bajo estrictas consideraciones se ha llegado a la conclusión de que sufre de grandes defectos teológicos, que han generado la división en múltiples iglesias por sufrir de variadas interpretaciones.

Los que defienden que las escrituras bíblicas están completas y son fieles se basan en la cantidad de copias idénticas que, desde tiempos remotos, se ha realizado de las mismas. Los copiadores hebreos de las Escrituras estuvieron muy instruidos, los masoretas, que copiaron las Escrituras Hebreas entre los siglos VI y X solían contar las letras par evitar errores. El erudito en la materia W.H. Green dice sobre las comparaciones entre textos antiguos y modernos lo siguiente:

Se puede decir sin temor a equivocarse que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud.

II Corintios 11,14-15 14 y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

Gálatas 1-7 y 8 Ángel (Moroni) que se presento a Joseph Smith, según Gálatas dice: No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.( Anatema (del latín anathema, y éste del griego Ανάθεμα) significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes.)
Datos curiosos

La Biblia Cristiana Ortodoxa consta de 1347 capítulos, la Católica Romana, de 1329, y la Protestante, de 1189; 260 de los cuáles constituyen el Nuevo Testamento.

El último libro de la biblia es la Apocalipsis de Juan, pero el último en ser escrito fue el Evangelio de Juan.

El Capitulo mas corto de la biblia es el Salmo 117 [116] (sólo 2 vv.), y el Capitulo más largo es el Salmo 119 [118] (176 vv.).

El libro más corto de la Biblia es II Juan (13 vv.), seguido por III Juan (15 vv.), Abdías (21 vv.) y Judas (25 vv.).

Referencias

*Una edición completa de la apócrifa admitida por la Iglesia romana se puede encontrar en cualquier versión de la Biblia católica romana. Recomendamos la Nácar-Colunga por el cuidado que tiene en deslindar y advertir cuándo comienza y acaba el texto «deuterocanónico» en oposición al canónico.

Watch Tower Bible and Tract Society, Razonamiento a partir de las Escrituras, Pagina 396 Y 397.

(capitilo 7 la biblia.. ¡ la palabra de Dios , o palabra del hombre)primer párrafo,

Watch Tower Bible and Tract Society, ¿Qué enseña realmente la biblia?, La Biblia proviene de Dios, Pagina20-21 Párrafos 6, 7 Y 9.

¿A que se debe que falten algunos versículos? (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras)

http://www.conocereislaverdad.org/canon.htm

DIOS HABLA HOY, La Biblia Versión Popular Segunda Edición, Sociedad Bíblica Americana (ABS)

Watch Tower Bible and Tract Society, La Atalaya Anunciando el Reino de Jehová del 1 de Julio de 2009, Los Padres Apostólicos, Paginas 27,28 Y 29.
 

Conservacion e integridad de la biblia © 2008. Design By: SkinCorner